29 Marzista por Amor


29  MARZISTA POR AMOR
Escrito por Berthing León Villanueva, Lechería, Venezuela, 03 Abril 2018
Cursaba yo el cuarto año de la secundaria y Cupido me estaba rondando, me perseguía, pero yo Nanay-Nanay, tenía mis enamoraditas pero yo no me enamoraba de ninguna porque según decían “el amor es una enfermedad que desgracia al hombre; lo pone flaco como rocinante y loco como el Quijote” por tanto yo no tenía nada que inventar porque me iba muy bien siendo el gavilán de la canción de José-José.
Pero la dicha no es eterna y un buen día me presentaron una chica, estudiante de un colegio de monjitas, muy modosita ella, dulce, formalita, fuera de lo común para mí, que las conocía pícaras, sonrientes, coquetas, reilonas. Creo que por el contraste con las otras, esta me impactó y poquito a poquito se fue metiendo en mi conciencia hasta tomar posesión de ella. Así, todos mis pensamientos tenían que pasar por esa alcabala, registrarse, obtener el visto bueno y continuar; y cuando digo todo, es tooooodo.
Que si la comida? Se me quitó el hambre.
Que si el deporte, noooooo, yo no me sentía bien, estaba enfermo.
Que salir con mis compinches? Bueeeno,  si era para estar cerca de ella SI.
Que ir a Misa? Si por obligación en ese cole de los Hermanos de La Salle.
Que ir al cole? Bueeeno, esperando la hora de la salida para verle los ojos.
Que el bochinche del salón? Se acabó, yo me volví formalito.
Que sentarme en los últimos asientos? Noo, ahora me sentaba en la primera fila, cerquitica del profe.
Que distraerme en clase? Nooo tampoco, porque seguía con la mirada al profe, sin interrumpirlo y en silencio.
Para ese año, el programa de Ciencias contemplaba la materia de Botánica y nuestro profe era un Hermano de La Salle, oriundo de Polonia, el Hermano Stanislao; que era muy estricto en todos los sentidos.
Un buen día, con oportunidad de que mis compañeros estaban “cuchichando” y hacían un murmullo mientras el profe estaba de espaldas escribiendo en el pizarrón los nombres científicos de las plantas, el Hermano Stanislao volteó para poner orden y dijo:
-       ¿Porqué no son como el Señor León, que cambió su comportamiento para convertirse en un alumno ejemplar?, mírenlo aquí, atento a todo cuanto digo y no se distrae ni pierde el tiempo como ustedes. A ver Señor Berthing León, repita para sus compañeros lo que yo venía diciendo.
Y el Señor Berthing León Villanueva (BLV) en ese momento se percató que el profe por alguna razón lo estaba aludiendo por cuanto todas las miradas estaban dirigidas hacia él. Pero él no estaba en el salón de clases, mejor dicho, su cuerpo estaba en el salón pero su conciencia (que ya no era de él) estaba en otro lugar y escuchando campanitas.
El Hermano Stanislao volvió a preguntar:
-       ¿Qué dije yo Señor León? ¿Usted me está oyendo? ¿Dónde está su mente en este momento? ¿Acaso no se da cuenta que lo estoy poniendo de ejemplo a sus compañeros?
Y BLV mudo, no sabía nada porque nada había escuchado.
El Hermano se puso como un energúmeno y expulsó de la clase a “ese alumno ejemplar”, no sin antes sentenciarlo con un “está aplazado en esta materia”. BLV sin chistar agarro sus libros y cuadernos para salir al patio, pero en seguida salieron también sus compañeros porque la clase fue suspendida pues el Hermano entró en crisis de calentura.
La decepción recibida por el Hermano Stanislao no se iba a quedar así. Con seguridad “algo extraordinario tendría que pasar” para superar este desencuentro con el alumno Berthing León.
BLV era un buen estudiante, normalmente estaba dentro de los 4 primeros puestos de su clase (Con Manuel Ahíto, Jorge López Cutyre, Francisco Emilio Ortiz Núñez) y confiaba en que las notas que traía y el estudio para el examen de fin de año pudieran ser sus elementos de redención y salvación.
La evaluación final de la materia de Botánica y por lo general de todas las materias constaba de un examen escrito y de un examen oral que se presentaba ante un jurado compuesto por el profe y dos docentes de otros salones.
Berthing estaba contento porque la prueba escrita la había hecho bien, podría tener 18 sobre 20, lo cual le daba confianza y seguridad para el momento de la prueba oral.
La prueba oral se llevaba a efecto por orden alfabético, León, con L inicial, está en la mitad de la Lista y esta es una ventaja porque permite preguntar a los que ya presentaron y analizar el comportamiento del jurado evaluador.
La mecánica es la siguiente:
  1. Cuando el Alumno que ha finalizado su evaluación sale del salón, ingresa uno nuevo y se identifica ante los jurados.
  2. Escoge uno de 30 papelitos (bien dobladitos) con los temas en que el profesor ha dividido la materia, y lo entrega al jurado para que lo lea y registre en el libro de actas.
  3. Va al extremo opuesto del salón donde hay un pupitre con un listado de los temas, a objeto de que se ubique, revise y se concentre sobre lo que será interrogado. Mientras esto ocurre, los jurados comienzan el interrogatorio al Alumno que previamente había estado haciendo su “examen de conciencia”.
  4. Cuando corresponda, BLV se sentará frente a ese jurado para comenzar el interrogatorio ajustado al balotario.
BLV está tranquilo, con la seguridad que le da haber estudiado para aprobar con buena nota a pesar de que Stanislao lo sentenció.
El tema que le tocó se refiere al tipo de flores, él revisa mentalmente su libro, ubica el capítulo correspondiente y casi que lo recuerda en cada una de sus letras, Tranquilo, espera, y ya, el alumno anterior acaba de retirarse del salón de evaluación.
BLV camina con determinación ante “La santa inquisición”, toma asiento y comienza a exponer. Bien, todo bien de acuerdo a lo escrito en el libro. Preguntas van, respuestas vienen y ya está por concluir el examen, peeero, el Hermano Stanislao pregunta:
-       Díganos Señor León ¿a qué clasificación corresponde la flor de la manzanilla?.
BLV comienza a releer mentalmente el libro y no consigue nada que mencione a la manzanilla y jamás (como ocurre a la mayoría de los niños y adolescentes) se había detenido a analizar las flores, pues de casualidad conocía le rosa (por el Día de La Madre) y el clavel (por el Día del Padre). Entonces respondió:
-       Eso no está en el libro
Stanislao levantó las manos para agarrarse su cabeza calva; vio que llegó su oportunidad y exclamó:
-       Pero ¿cómo va a responder eso de que no está en el libro?, ¿acaso no sabe que la manzanilla crece silvestre en Arequipa? ¿Me va a decir que su mamá nunca le han dado un mate de manzanilla en su casa?. Pero para que ahora la conozca bien, deberá estudiar para presentar examen en Marzo porque esta materia la lleva aplazada.
Y es así como BLV llevó alguna vez en toda su trayectoria como estudiante, una materia para la reparación del mes de Marzo, lo cual lo convirtió en un estudiante Marzista pero de Marzo y por el Primer Amor.

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