173 SAN NICOLAS en mi ciudad


173 SAN NICOLAS en mi ciudad.
Escrito por Berthing León, Miami, Fl , USA, 28 de diciembre de 2018
A las 8 de la mañana del 26 de diciembre de 2003 Bert estaba regresando a casa después de bicicletear en las playas de Lechería, Venezuela. Faltando 50 metros para llegar, pasó frente al hotel Teramum de la esquina de su casa, muy conocido por estar ubicado en la avenida principal de la ciudad y por su arquitectura circular; recortó la velocidad para permitir el paso de unos peatones que iban a cruzar la calle desde un puestecito de empanadas en la acera opuesta a la entrada del hotel. La empanadera siempre tiene muchos clientes, que son huéspedes de este y de otros hoteles así como visitantes y empleados de los comercios de las inmediaciones.
Bert observa que entre las personas que están cruzando la calle para ingresar al hotel hay un personaje singular que viste con una camisa blanca con rayas azules, una chaqueta de drill y un sombrero
 …… y que tiene barbas blancas, hirsutas, abundantes y largas.

Bert se detiene, le cede el paso y en los segundos que demoró en poner un pie para mantener el equilibrio y volver a pedalear, se dio cuenta que una furgoneta roja estaba maniobrando para estacionar en la puerta principal del hotel. El color de la furgoneta y las circunstancias decembrinas hicieron pensar a Bert que de alguna manera podrían estar relacionadas y prestó atención a que el vehículo tenía un logotipo de la CocaCola; 
SE LE PRENDIÓ EL BOMBILLO para deducir que podría tratarse de la campaña decembrina de esa compañía que tradicionalmente realiza en Navidad con la participación de El San Nicolás de la CocaCola, representado por un personaje procedente de Caracas, que se encarga de esa función a nivel nacional hasta el 6 de Enero, dia de los Reyes Magos. Bert reinició su trayecto y pedaleó con fuerza para llegar cuanto antes a su apartamento.
Montó la bicicleta en el ascensor e ingresó al apartamento para buscar a su hijito JulioE (Julio Enrique) que tenía 6 añitos y se encontraba jugando en su cuarto. Bert entró, le dio un beso y lo levantó del piso para llevarlo hasta la ventana desde donde tenían visual a la puerta del hotel y señalando hacia la furgoneta le dijo:
-       Hijo, San Nicolás aún no se ha ido y creo que está alojado en el hotel,     
En efecto, la furgoneta roja había venido a buscar a Nicolás y trasladarlo a uno de los barrios de la ciudad para regalar algún material publicitario a los niños, pero con la furgoneta también estaba llegando un camionzote con tremenda imagen de San Nicolás o Papá Noël como se le llama en Perú.
En vista de que habían transcurrido solamente 5 minutos y considerando que Nico tendría que emplear algunos minutos en cambiar su vestimenta y cargar con su bolsón de los juguetes, Bert decidió llevar a JulioE para que le dé una brazo a Santa  e inmediatamente lo cargó en brazos para ir al hotel.
Al llegar a la calle Bert montó a su hijito en el cuello a manera de cabalgadura y corrió hasta el hotel cuando Santa estaba bajando los escalones de la escalinata para subir a la furgoneta. Santa miró un tanto sorprendido y Bert aprovechó para decirle:
-     Epale Santa, este es mi hijo JulioE y vino para darte un abrazo por Navidad.
-       Complacido hermano, alcánzame ese muchacho para apapucharlo.
Bert levantó a JulioE hasta que el niño tuvo a su alcance las barbas de Santa y entre sorprendido y curioso por la blancura de la barba que rayaba en lo azulado, las tocó y se las estiró para comprobar que si eran verdaderas.

Nicolás soltó entonces su característica risa de HO HO HO que agarró de sorpresa a JulioE. En seguida Santa buscó en su bolso un estuche de plástico, contentivo de unos lápices para colorear, unas reglas y un juego de escuadras. Algo muy sencillo pero significativo por el gesto.
Han pasado muchos años pero este acontecimiento lo tengo guardado en el cofre de los recuerdos y hace escasos 4 días pregunté a JulioE si es que se recordaba de esto y me dijo que en efecto, no lo había olvidado, que se le quedó grabado para toda la vida y me agradeció por ello.
Y para no perder la onda ni la oportunidad, les cuento que cuando mi hijo mayor JR (Berthing Junior) tenía esa misma edad, vino a casa su madrina para traer escondido el regalo que le iba a dejar por Navidad y en cuanto vio a JR le dio un beso y de dijo:
-       Hola ahijado, ¿ya le dijiste a tu mami o a tu hermanita que te hagan la carta para Santa Claus con una lista de lo que quieres que te traiga Santa?
-       No, porque Santa no existe, eso es un cuento.
-       ¿Y quién te dijo eso?
-       Mi hermana YK (Jesyka) me dijo que los regalos los compra papá y mamá para colocarlos cuando yo cierre los ojos y me duerma.
Esa madrina “se echó una calentada” porque dijo que YK “le quitó la inocencia a su hermanito” cuando le dijo que Santa no existe.
Eso fue así y lo escribo para que lo sepan mis hijos, mi familia y mis amigos.



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