56 El maletín viajero y la bicicleta del Zorro Arguedas


56 EL MALETÍN VIAJERO Y LA BICICLETA DEL ZORRO ARGUEDAS
Escrito por Berthing León Villanueva, Barcelona, 12 de Julio de 2017

Él Instructor Militar conocido como El Zorro Arguedas, estacionó la zorricleta (bicicleta del zorro) en la puerta posterior del Departamento Militar y en su manubrio dejó enganchado su cartapacio de documentos de cuero color marrón.
Pulcros y relucientes, de lunes a viernes antes de las 8 de la mañana los tres (El Zorro, la zorricleta y el maletín) llegaban a la explanada principal de la Escuela para observar y seguir el desarrollo de la formación de Lista y Parte del batallón en la explanada principal del Departamento Militar, antes de su marcha hacia el Departamento Académico.
Un buen día el llamado por sus compañeros Loco De Lama salió “caliente” desde las cuadras hacia la formación en la explanada y se percató que el cartapacio del Zorro estaba como “abandonado” en el manubrio de la zorricicleta; miró hacia los lados, volvió a mirar, y como no había ninguna mirada comprometedora, decidió “desaparecer” el maletín (papeles incluidos); lo agarró rápidamente, lo tiró dentro del tacho de la basura y “se dio a la fuga”.
Vino el camión de la basura, los trabajadores vaciaron el tacho en la tolva del camión y se la llevaron al vertedero con el maletín incluido.
Cuando El Zorro creyó que había llegado el momento de entrar a su oficina para sus actividades administrativas, fue a buscar su maletín y ¡Plop!, “cayó pa’ trás como Condorito” porque el cartapacio no estaba en la zorricleta.
El Zorro por un momento quedó pasmado, pensando, analizando, revisando lo que podía haber acontecido, y ZAS. Se le prendió “la lamparita”: El único capaz de hacerle eso no podía ser otro que De Lama.
El Zorro mandó a buscar a De Lama y como no tenía elementos de juicio para culpabilizarlo por la desaparición de su cartapacio le dijo en tono de súplica:
-  Por favor, Delamita, devuélveme mi maletincito
Y De Lama:
-  No señor, yo no sé nada de eso.
Y el zorro reiteraba la solicitud y de nuevo la correspondiente respuesta negatoria de De Lama. Hasta que apareció el chofer del camión del aseo, preguntando por Arguedas para devolverle el maletín encontrado entre la basura.
El zorro nunca supo porqué su cartapacio decidió hacer ese viaje en el volquete hasta el vertedero de basura, PERO TODOS LOS COMPAÑEROS DE LA PROMOCIÒN LO SABÌAMOS.
El loquillo De Lama García era tremendo entre los tremendos, para hacerlas no las pensaba dos veces. LAS HACÍA Y YA.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

186 Acampar en Playa Los Hicacos

156 Tarkarí de iguana es una comida exótica

168 El iguanero novato botó a la basura 36 huevos