172 Buscando la excelencia profesional en Pertigalete

172  BUSCANDO LA EXCELENCIA PROFESIONAL EN PERTIGALETE

Escrito por Berthing León Villanueva en Salt Lake City, Utah, USA, el 2 de Noviembre de 2017

Mi primera semana de trabajo. Tengo el Mirage 5 como amuleto

Es el mes de Junio de 1977 y han transcurrido ya 3 meses desde la incorporación de Bert a la Planta de Cementos de Vencemos Pertigalete, y como es rutina en la empresa, llegó el momento de recibir la visita semestral que realiza el Comité Ejecutivo acompañado de algunos miembros de la Gerencia Corporativa de la empresa.

De acuerdo al protocolo tradicional, a las 10 de la mañana en la sala de conferencias de la Gerencia tiene lugar la reunión del personal que viene de visita desde la Dirección Corporativa con el Personal Ejecutivo de la planta, mejor conocidos como Los Cascos Blancos, para obviar los canales formales de la organización y realizar un análisis y evaluación fast track sobre la marcha de la fábrica y la ejecución de proyectos con el personal responsables en planta.

Después de concluida la reunión, aproximadamente es la 1 de la tarde, se dirigen todos al Club Náutico para un almuerzo “de camaradería” que tiene como protocolo tradicional un ameno y prolongado brindis para apagar la sed y para cordializar con los otros profesionales y compañeros de trabajo a los que no se ve todos los días por lo grande y extensa que es la planta; desde el punto de vista laboral sirve también para coordinar acciones de trabajo que por alguna razón no se habría podido hacer por los canales formales (eso forma parte de la cultura organizacional).

Entre los integrantes del Comité Ejecutivo está el Directivo que entrevistó y seleccionó a Bert en Caracas. El Directivo ubicó con la mirada a Bert y este, cuando se percató, se acercó para saludarlo, y en efecto, se saludaron muy cordialmente y “campaneando” cada uno su vaso de whisky iniciaron un pequeño diálogo para preguntar por la salud de las personas que los presentaron, luego el Directivo preguntó a Bert: 

-       Cómo te está yendo en tu trabajo, cómo te sientes y cómo es la relación con tu jefe?

-       Con mi trabajo me va muy bien, pero lo que me preocupa es que mi jefe en todo este tiempo transcurrido no me ha llamado la atención ni una sola vez, por nada, y yo considero que tal vez tuviera algo que yo deba corregir.

Entonces el directivo se rió y dijo:

-       Francisco es un español poco diplomático, si no te ha llamado la atención es porque lo estás haciendo bien y no debes preocuparte, ahora, si lo que quieres es que sea más estricto contigo, pues yo hablaré con él para que ajuste la supervisión sobre ti”.

Bert agradeció las palabras de este Directivo, al que le había precisado que esperaba que su supervisor fuera más bien un tutor y no solamente un jefe y en tal sentido aceptaría las llamadas de atención y correcciones que recibiera siempre con el propósito de mejorar profesionalmente.

Almuerzo de camaradería

Pasó el tiempo pero Bert nunca tuvo un regaño por bajo rendimiento ni por mal comportamiento y se quedó con la duda de si el Directivo habló o no con Francisco.